sábado, 21 de marzo de 2015


La memoria rebelde no se deja domesticar por una transición hegemónica. La memoria rebelde aprende que en la fuerza del recordar y el hacer esta la posibilidad de romper con el "sentido común" de muerte, impunidad e injusticia impuesto. Luego de 9 años de tu ausencia física he aprendido de distintas maneras a hacerle frente a esta historia de violencia.

Hoy, luego de dedicarle meses a la escritura de la tesis, reflexiono cuál sería el escenario que le puede hacer justicia a todo el sufrimiento e indignación de tantos colombianos y colombianas que han sufrido la violencia. Nuestra justicia no puede quedar al vaivén de Creonte, del Estado y de los grupos de poder. Nuestra justicia se construye cotidianamente, con otros y otras en la lucha y la acción. La mejor manera de dignificar a quienes se han llevado por la fuerza es que las injusticias cesen y otra sociedad se construya. El llamado es para todo el país. Solo un país comprometido, en el que cada mujer y hombre contribuya al cambio de una sociedad de muerte, inequitativa, injusta, clasista, racista, misógina y homofóbica, tendrá la posibilidad de dignificar a los sujetos victimizados. Sanar y hacer el duelo son procesos individuales, pero también profundamente colectivos. Más allá del discurso abstracto de paz que nos quieren imponer, la paz, la sanación y el duelo se construyen con-desde los de abajo.

Desde el poder colectivo, el poder del cuidado, el poder que emerge de la dignidad y la indignación. El poder que se gesta en las relaciones cotidianas, el que esta cruzado por el amor liberatorio, el que dignifica,no el que oprime. El poder afecto, el afecto amor, el afecto poder que permite romper con la realidad actual para fugarnos a lo virtual que está presente allí siempre como posibilidad. La posibilidad de los de abajo, de los sujetos de la digna rabia.

Siempre aquí: en este senti-pensamiento cuerpo. Siempre aquí: en tu semilla. Siempre aquí: en el mundo de las transformaciones.

Con inmenso amor te recuerdo/te recordamos.

Antígona - Huitaca

NO AL OLVIDO, PORQUE NO QUIERO!!!