Hace cinco años tu cuerpo nos fue retornado de la violencia que mata para querer con la violencia que calla hacernos creer que simplemente tuviste un accidente. Hace cinco años te vi retornando a mi en huesos y en espíritu. Desde entonces sigues posado en mi corazón, activando mi ser, invitándome a vivir, y ahora quizás sin tu quererlo a viajar dentro de mi en búsqueda de ancestros más antiguos que mis inmediatos progenitores.