sábado, 21 de marzo de 2009

Tres años que te extraño

Hola papi, permíteme un diálogo entre esa ilusión que eres tú y esta que sigo siendo yo. Ya vamos para tres años en que te fuiste a caminar la montaña de la ciudad que amaste desde tus entrañas y en la que te asaltaron unos cuantos asesinos. Ahora sólo tú y unos pocos saben quienes te mataron, y nosotros intuimos porque lo hicieron. Seguimos trabajando por saber quien dio la orden y las razones para hacerlo. Es demasiado injusto que alguien como tú, académico, sindicalista, pensador, soñador, político, haya muerto de una manera tan asquerosa (muchos otros mueren como tú o peor)
¿Me preguntas por la familia? Estamos bien. Con un dolor grande cruzado en el corazón, pero llenos de energía y ganas por seguir adelante. Nos reunimos, reímos, te recordamos. ¿La izquierda? ¿Cuál izquierda? Perdón, si, la izquierda, anda desatada en tantas discusiones que me parecen a veces solo rencillas por poder y protagonismo. De eso sufren varios, no sólo de los partidos sino también de los movimientos sociales. De las iniciativas ciudadanas. A veces me pregunto como hace la gente para ser tan camaleónica, para cambiar de acuerdo a las necesidades.
También me pregunto como hacen otros tantos para seguir andando la vida olvidando, sin asumir responsabilidades. En un momento tan decisivo siento que lo que podría ser la alternativa pierde el tiempo luchando intestinamente entre sí. O están mirando quién se puede quedar con el poder, un poder que aún es difícil de conquistar, ensillando la silla sin tener el caballo; o repitiendo discursos viejos que no llevan a nada; o sucumbiendo a la tentación de parecerse a las élites, cooptados, cambiando el discurso ahora tan radicalmente que son otros, o no son nadie.
Otros siguen justificando la guerra, la lucha armada, como dando la espalda a la realidad, a la Colombia que somos hoy. Yo me pregunto, como te preguntaba antes, ¿recuerdas?, ¿esas otras necesidades de Colombia como el reconocimiento de las diferencias, de las desigualdades que vivimos las mujeres, los indígenas, los afros, los LGTB tendrán resonancia en las guerrillas? Son tantas cosas por discutir, por transformar, por cambiar.
¿Los partidos políticos, dices? Si, siguen en las mismas, en Colombia son un botín, o un trampolín o una escalera que trepan los políticos con tanta rapidez que quedan a años luz del pueblo, del pueblito que los eligió. Los liberales, los conservadores, los uribistas siguen en lo mismo. Quieren el poder, quieren el premio mayor, saben que desde allí consolidan o retoman la hegemonía. Cada uno va discutiendo cómo lo hace, cómo lo consigue más fácil. Hay varios asustados por la hiper consolidación de una derecha que nos quite esa mentirosa tradición del país más democrático de América Latina. En las ciencias sociales están algunos tan casados con los modelos, que mientras en la forma parezcamos no importa el contenido.
¡Ah!, ¿esos?, esos siguen en lo mismo, los paramilitares siguen actuando, han matado una cantidad de personas desde que comenzó su legalización (perdón, la desmovilización, perdón, el proceso de paz). También han tenido fracturas, tensiones, discusiones. En un cofrecito muy bien guardado tienen muchas verdades, las verdades de más peso. Ellos optaron por decidir que contaban y que no. Y esa verdad les ha servido de chantaje hasta cierto punto. Claro, estoy de acuerdo contigo, no a todos les fue igual. Todo proceso que se negocia entre élites (del gobierno, guerrillas, paras, partidos, movimientos sociales), tiende a ser ilegítimo y a resquebrajarse pronto).
Lo siento papi, pero no sirvió de mucho el proyecto alternativo al de la Ley de Justicia y Paz que redactaste. No, no te asustes, no te desanimes, no te pongas triste, no todo lo que hiciste fue en vano. Tú siempre fuiste digno, siempre fuiste claro, transparente. Recuerdo lo que decías de andar buscando puesto con los amigos. Todo lo que te oliera a clientelismo te daba asco. Tampoco quisiste aprovecharte de tu historia política, ningún cargo a la fuerza, solo por consenso y al que no se le dio la gana de reconocer lo que eras, pa’l carajo!!!
Fuiste consecuente. Incluso con tus ideas locas, o las que yo no compartía. No todo ha sido en vano, hay mucha gente que sigue luchando por un país justo, por un país alegre, por un país con memoria, por un país que no sea capitalista salvaje, por un país más social, más equitativo, revolucionario, subvertor, transformador y humanista. Pero es un país por construir, y el tiempo que tomara será un poco largo. Por eso te extraño, les extrañamos a todos esos pensadores que se ha llevado la guerra sucia, el terrorismo de Estado, por eso hacen falta tus compas, los que siguen parados en la dignidad y uno entonces se pregunta: ¿cómo es que otros tantos se largan de la lucha?

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NO AL OLVIDO, PORQUE NO QUIERO!!!