Para ti, que estas allí, en un país que no conoces del todo
Lee con pausa. Escucha con cuidado. Se lo llevaron hace cinco años y no ha vuelto. No volverá materialmente. Su cuerpo fue reubicado después de torturarlo y matarlo. Pudimos enterrarlo, es cierto, pero el crimen que se posó sobre su ser se mantiene en el limbo, en la nada, en un lugar donde no es esto ni aquello. La máquina asesina de Creonte, la que empuña el puño y gasta los recursos para matar, supo hacerlo. Han aprendido la lección. Ya saben que deben desaparecer diferente, que si el cuerpo se encuentra tienen como hacerle creer al pueblo que fue simplemente un accidente, un crimen pasional, un robo, un simple descuido, un logro del Estado! Ahora algunas desapariciones duran menos. Los cuerpos aparecen, pero la verdad y la justicia quedan desaparecidas, escondidas, agazapadas en algún lugar donde dormitan verdades de crímenes e injusticias. Aquí si que es cierto que la justicia es ciega. Mientras con una mano se asesinada, con la otra se dice ejercer justicia. Otras instituciones acompañan el rito ya común de lo injusto, y cometen atropellos desde que desaparecen a los nuestros. Instituciones responsables de que la verdad salga a flote parecen dormidas en la pereza de pensar o en la pereza de ser más diestros que los asesinos. De nuevo vuelve y empieza de cero cada “proceso”, seis distintos justicieros, seis distintos planes de trabajo, cuatro o menos entrevistas y visitas al lugar de los “hechos”, nada de avances. No acumulan los pocos logros alcanzados de los otros justicieros, partimos soberbiamente de cero como el que cree poseer la capacidad de saberlo, de entenderlo, de tenerlo todo para finalmente !no decir nada contundente! La justicia funciona como una suerte de magia. Para algunos se aplica rápido, para otros nunca aparece, o se tarda demasiado de forma que la impunidad emerge.
A ti
Ya hace cinco años te llevaron. El tiempo a veces pasa rápido, otras veces se detiene. Mi vida y mi relación contigo y con este país se han transformado de distintas maneras. Ya no veo igual las montañas que te tragaron, tampoco piso igual el suelo de esta “patria”. Cada vez que voy me enoja que me reciba el DAS y me diga “Bienvenida”. Por dentro simplemente pienso: “Bienvenida a la Impunidad”. Ya ni se me antoja ponerles atención a los que gastan tiempo y plata del erario público siguiendo nuestros movimientos o queriendo que perdamos la dignidad y con ella el amor por la justicia y la verdad. Mientras tanto yo te siento cerca. Unos días más que otros. Y te hablo, te diálogo. ¡A veces me enojo contigo porque con los padres porque no, rebeldes hasta luego de la muerte! Igual, que más da, si siempre está el amor para escucharse de nuevo, y entonces vuelvo y te miro esta vez distinto. Ya no estás, pero es como si estuvieras. Ya no estás y se que no estás en un cierto modo, pero sigues presente invitándome a querer transformar este mundo, este tiempo y este país en el que nacimos. Con tú historia de vida aprendí a dialogar con lo que estoy y no de acuerdo, y con lo que estaba de acuerdo cuando te encontrabas corporalmente vivo pienso que hay que radicalizarlo. Las injusticias no deberían tener asiento en un mundo humano. Este es el mundo del salvajismo y la barbarie, ese mundo que llamamos moderno es el mundo destructor de lo diferente, del otro que es naturaleza, del otro que es el congénere, del otro que es el compatriota, del otro lejano y del cercano.
A ti, comprometida y comprometido
No nos vamos a quedar quietos. No nos vamos a quedar sumando injusticias. No nos vamos a detener en el tiempo de los conformismos ni de los miedos. No nos vamos a callar. No vamos a replicar errores. No nos van a acobardar. No vamos a seguir contribuyendo al mismo país de mierda que mata, calla, distribuye mal el dinero, concentra, destruye, elimina. ¡Queremos justicia! ¿Qué es para ti justicia?
Ya viene …. Espérelo.
22 de abril … ¡Hay que alzar la voz para exigirle!
23 de abril … ¡Hay que caminar para encontrarle!
20 de julio … ¡Hay que escuchar, pensar, sentir para construirle!
2 comentarios:
Gracias por todo este trabajo Dianita, que me anima a seguir luchando por la memoria de mi padre y la de todos los hermanos.
Un abrazo grande y seguimos en la lucha.
Diana, hola.... no te conozco ni conocí a tu padre ni he sufrido lo que vos... pero me ha dado una gran fuerza interior leerte.... en mi trabajo del día a día escucho los casos de montones de víctimas de la guerra en este país que ruegan justicia y vienen a buscarnos y nos piden apoyo en su proceso y en su lucha.... aqui, somos como el quijote: luchamos contra molinos de viento.... pero hay que seguir!
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